Retrato del constructor naval Jean Landard
Este retrato procede de la familia bordelesa de constructores marítimos Landard.
Jean Landard, carpintero de buques y navíos desde finales del siglo XVIII, en 1836 obtiene la licencia para construir un muelle de carenadura (reparación de cascos de barco) delante de su propiedad, situada en la margen derecha del estuario de la Gironda, en Roque de Thau (Gauriac), no lejos de Burdeos. Su hijo continuará con el negocio disfrutando de gran prosperidad. Al morir éste, hacia 1855, su viuda quedó en una situación problemática que terminó provocando el cierre del negocio. Este cuadro representa a Jean Lardard II en compañía de su hijo pequeño. El ancho río que ocupa el fondo del paisaje es probablemente La Gironda.
El cuadro fue pintado con toda seguridad con motivo de la celebración de un evento: la construcción de un globo aerostático (representado a la derecha), todavía anclado al suelo y protegido por una funda que parece forrada en piel. Los vuelos en globo tenían mucho éxito en Burdeos ya desde los años 1783-1784, cuando tuvieron lugar las primeras pruebas de vuelo en estos aparatos. El Jardín Público de Burdeos fue, entre otros, un terreno propicio para esta práctica. Durante el siglo XIX, los vuelos en globo fueron parte notable en las propuestas de ocio de lugares de entretenimiento como Plaisance o Vincennes.
El retratista Charles Colson, de origen alsaciano, vivió y trabajó en el sudoeste, como demuestra la presencia de varias de sus obras en el Museo de Agen.
Se trata, en este caso, de un retrato de calidad, sincero: los rostros son expresivos, el tratamiento de los tejidos, esmerado. Por otra parte, el niño es representado de una manera curiosa y lograda: sujeta simbólicamente un martillo en su mano, lo que ayuda a dar un carácter emocional a la obra.