Los Agavilladores, Salón de 1850, Según Jean-François Millet (1814-1875)

Si algunas de sus obras transitan por la galería de los años 1870, la casa Goupil no empieza a interesarse verdaderamente por Jean-François Millet hasta los años 1880.  En 1881, vende así Las Espigadoras a Nueva York y Los Agavilladores a un coleccionista francés.  El mismo año, decide comercializar estas dos obras bajo la forma de grabados de aguafuerte.  Esta técnica, de trazos flexibles y negros profundos, conviene perfectamente al estilo del artista.

El presente grabado de Los Agavilladores es una prueba “anticipada”, es decir antes de que no sea indicado el título, los nombres del pintor, del grabador y del editor, lo que entraña una edición limitada.  Además, está firmada por el grabador.  Tantos detalles que aumentan su precio y la convierten en preciada. La selección de la técnica  y de la presentación muestra que este tipo de imagen busca una clientela reducida de público conocerdor.

En cambio, el procedimiento fotomecánico del cromotipograbado (llamado más simplemente “cromo”) permitirá, en 1890, la difusión masiva, siempre a través de la casa Goupil, de reproducciones de Las Espigadoras  y de El Angelus y el reconocimiento de Millet ante el gran público.