Hebilla de cinturón decorada con un grifón
Esta hebilla de bronce dorado pone de manifiesto el refinamiento de ciertos elementos de la vestimenta medieval. Se encontró en un panteón del claustro de San Emilion en Gironda, en medio de los huesos de un cuerpo cerca del que se encontraba una lámpara de cristal.
El hebijón tiene aún el aspecto de las tradiciones merovingias y el cuero del cinturón estaba remachado a la placa decorada en relieve. En lo que respecta a la decoración, representa la lucha de un áspid con un basilisco, animales fantásticos emparentados con los dragones y que representan emanaciones del Mal. La lucha es áspera. El basilisco, monstruo alado, tiene la cabeza de un gallo y el cuerpo de un saurio, cuya cola armada de un aguijón está girada en signo de defensa. Efectivamente, atacado por un áspid con cuerpo de serpiente que le envuelve la cabeza, el áspid coge la cola de su agresor con sus patas de dragón con el fin de derribarlo.